c o n t r a f u e g o s

Se suma un nuevo muerto a los 3 ya existentes en la ola de violencia discriminatoria y xenófoba estatal y paraestatal contra los vecinos de la toma del Parque Indoamericano, en Villa Soldati. . Se trata de un joven de 19 años. La noticia se difundió pasadas las 21 horas. El director del SAME, Alberto Crescenti, informó que el joven herido se encontraba en la ambulancia que lo iba a trasladar al Hospital Piñero cuando fue sacado por la fuerza por la patota agresora y lo “remataron en el lugar”. El médico que estaba en el interior del vehículo debió ser internado por el stress que le produjo la situación. Además confirmó que hay código rojo en todos los hospitales de la ciudad. Se informan al menos 30 heridos de diversas consideraciones como saldo provisorio de otro ataque de patotas en Lugano.

Estos grupos, entre los cuales se ha señalado a diferentes barras bravas, impidieron el acceso de ambulancias y actuaron libremente, con las policías Federal y Metropolitana a metros del lugar. Poco antes de comenzar el ataque contra las familias que están ocupando el predio, los móviles de los medios fueron agredidos y debieron retirarse del lugar, aparentemente para que no tomen imágenes de la brutal agresión.

El huevo de la serpiente

Luego de la represión del martes pasado, llevada a cabo por las policías Federal y la Metropolitana, que dejó como saldo 2 personas muertas y varios heridos, la violencia no ha hecho otra cosa que incrementarse

El jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mauricio Macri, intentó desvincularse con declaraciones xenófobas y discriminatorias contra "la inmigración descontrolada" y reclamando nueva represión contra los vecinos pobres de la toma: “Esto significa una inmigración descontrolada… esto sumado a una política nacional de no hacer cumplir la ley ha perjudicado a los que menos tienen…No podemos seguir expuestos a una inmigración descontrolada al avance del narcotráfico, de la delincuencia…La Ciudad no puede hacerse cargo de todo el problema habitacional del Mercosur". La Embajada Boliviana reclamó una disculpa pública, ante lo cual Macri aseveró "no tengo nada de qué disculparme".

Luego de estas palabras, patotas armadas, se hicieron presentes en el lugar a los tiros sumando un nuevo muerto Juan Castañeta Quispe de 38 años, que se encontraba con su familia en la toma de tierras. Julio Capella, uno de los barrabravas que abrió fuego, fue reconocido como empleado del gobierno de Macri, en el área de la Obra Social de los Empleados del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Además, en horas de la noche, luego del ataque que culminaron con el cuarto asesinato, Mauricio Macri intentó caracterizar a las patotas como “vecinos ” y justificó su accionar como “justicia por mano propia”.

Las familias de la toma denunciaron que la toma del parque se realizó porque personas que se movilizaban en autos, pertenecientes al gobierno de la Ciudad, les dijeron que podían ocupar el predio para que les entreguen títulos de las tierras.