c o n t r a f u e g o s

La historia se repite cada comienzo de año lectivo, y ya podemos decir que las carencias edilicias, falta de docentes y de presupuesto, son problemas en la educación pública que trascienden gobiernos. Y la frutilla de la torta fue la promulgada Ley de Educación de espaldas al pueblo, cero autonomía y cogobierno, más injerencia del poder ejecutivo y también de empresarios (?). Al Liceo Rural Isla de las Palomas, situado en el pueblo de La Paloma en el departamento de Durazno (en el centro del país), viajaron los consejeros de secundaria Alex Mazzei y Martín “Rasputín” Pasturino a desactivar una ocupación prevista por docentes, estudiantes y padres ante el reiterado incumplimiento de varios reclamos. En el Liceo existen varios problemas, por ejemplo, hay hacinamiento en un segundo año, faltan docentes de algunas materias, los que estudian 5º y 6º año tienen que viajar 35Km hasta Blanquillo en un ómnibus en malas condiciones que tiene más de 50 años.

Conversamos telefónicamente con Martín Barrero, profesor de Historia y administrativo del liceo e integrante de FENAPES (Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria) y nos contó a que arreglo llegaron con los consejeros. Con respecto al salón para 2º año, se comprometieron a construir uno con materiales de la Intendencia de Durazno y de ANCAP (materiales que ya estaban destinados pero nunca habían aparecido), alrededor de 3 meses llevaría la obra, mientras, el grupo se partiría en dos y funcionaría a contra turno hasta que esté el nuevo salón. Se habilitaron acumulación de horas a algunos docentes para cubrir los baches mientras se hace un llamado docente la semana próxima. En lo referido al 5º y 6º año, se iniciarían conversaciones con la empresa Nossar (que tiene el monopolio del transporte en Durazno) para poner un ómnibus que traslade a los estudiantes en mejores condiciones. No obstante, estudiantes y padres continúan exigiendo la apertura de grupos de 5º y 6º en La Paloma.

Esta situación se da en el marco de condiciones similares en distintos liceos del interior y Montevideo, en La Paloma, la respuesta fue la organización y la lucha de los directamente involucrados.