c o n t r a f u e g o s

“Ya se les van a terminar sus encuentros”, soltó una católica afuera de una escuela donde se dictaba un taller sobre aborto. A ella no la dejaron entrar. ¿Por qué? Es que ese mismo día, el domingo por la mañana, un grupo de varones católicos entraron con palos a un taller donde se debatía esa temática para supuestamente defender a sus mujeres que estaban siendo atacadas. Hubo golpes, forcejeos, mujeres lastimadas… Ocurrió en el XXV Encuentro Nacional de Mujeres, que se realizó en Paraná, Entre Ríos, durante el 9, 10 y 11 de octubre –la segunda vez que se hace en esa ciudad-. Y como siempre la iglesia católica buscó desestabilizar la actividad que recibió a unas 30 mil asistentas de todo el país.
Desde 1986 se realizan estas reuniones donde al principio eran cientos y ahora son miles las participantes que debaten sobre violencia, arte, religión, sindicalismo, derechos humanos, aborto, anticoncepción, lesbianismo, trata, violencia, identidad y medios de comunicación, entre otros temas. Este año fueron 55 talleres, muchos de los cuales tuvieron que dividirse en comisiones porque las aulas se desbordaban.
Fueron tres días de intensa actividad, en los que las mujeres llenaron las escuelas, las calles, los bares, la costa del río Paraná, el Parque Berduc, para gritar y reclamar ¡Basta de violencia! Para denunciar los femicidios, la desaparición de mujeres para su explotación sexual, los maltratos y la discriminación laboral. Y para exigir respuestas y diseñar estrategias.
Mujeres sindicalistas, de partidos políticos, legisladoras, profesionales, estudiantas, integrantes de movimientos sociales y barriales, todas pidieron ¡Aborto legal para no morir anticonceptivos para no abortar! Porque los abortos clandestinos son la mayor causa de mortandad de mujeres en el país. La Campaña Nacional por el derecho al aborto, legal, seguro y gratuito –traducida ya en proyecto de ley presentada y apoyada por más de 54 diputadas y diputados de distintos bloques - fue uno de los hilos conductores del encuentro.
Las mujeres agitaron sus banderas durante la marcha de 30 cuadras y cantaron múltiples consignas. No importó el cansancio. Llegada la noche se desarrolló la tradicional peña. Donde, al son de las melodías, los cuerpos danzaron…los mismos cuerpos que dicen basta, que portan heridas por ser discriminadas, golpeadas y avasalladas. Al día siguiente, se decidió por aclamación –no por votación como intentan algunos sectores- que en 2011, el encuentro se llevará a cabo en Bariloche. Allá nos volveremos a encontrar.
Texto: Silvia Marchant.
Fotos: www.enlavuelta.org