c o n t r a f u e g o s

24º ENCUENTRO ARGENTINO DE MUJERES

“La tarea compartida en los encuentros, la puesta en común de nuestras experiencias, los debates y las propuestas, nos renuevan, alumbrando nuestras estrategias, fortaleciéndonos en la lucha por nuestros derechos, para continuar avanzando en la difusión y solución de los temas que nos afectan: la violencia en la familia, los femicidios, la trata de personas, los derechos sexuales y reproductivos, la despenalización y legalización del aborto, la discriminación laboral, la carestía, la impunidad y los abusos que nos golpean diariamente.

Para encontrarnos con miles de mujeres con penas parecidas, pero también con experiencias heroicas que nos alumbran el camino, que buscan transformar estas condiciones de opresión que sufrimos”.

Alerta Alerta

Alerta que camina

Mujeres en la lucha

Por América Latina!

En 1985 un grupo de mujeres de argentina se autoconvocó ante la necesidad de discutir la problemática específica de la opresión y desigualdad de género. Un año más tarde realizaron el primer Encuentro Nacional de Mujeres, donde participaron alrededor de 600 mujeres de distintas provincias de Argentina.

Desde entonces los Encuentros tomaron impulso y llegaron a convocar, sobre todo a partir de 2001, a más de 20 mil mujeres de todo el país y Latinoamérica. Son anuales y se realizan en diversos puntos del país, sedes que son elegidas por consenso al finalizar cada encuentro.

La modalidad utilizada para el desarrollo de los encuentros es a partir de talleres que abordan diferentes problemáticas, en la actualidad ya llegan a 55. Al finalizar, en cada uno de ellos se elaboran conclusiones entre las que participaron reflejando todas las posturas que existieron. Son dos días de discusión donde dejamos de ser “una mujer” para ser mujeres que padecemos las mismas opresiones fruto de la desigualdad entre géneros.

Hoy como ayer los Encuentros se definen como espacios horizontales, abiertos, democráticos y participativos. Es un espacio autónomo que sólo recibe aportes de quienes acuerdan con él sin condicionamientos. Al elegir la nueva sede un grupo de mujeres de ese lugar se autoconvoca y estará a cargo de su organización y realización.

Que momento

Que momento

A pesar de todo

Les hicimos el encuentro

Este año la cita fue los días 10, 11 y 12 de octubre en San Miguel de Tucumán, capital de la Provincia de Tucumán, al norte de Argentina. Los Encuentros, por su magnitud y fuerza, no son sólo un montón de discusiones en distintos talleres. Los encuentros son, sobre todo, la realización de un evento que pisa fuerte, donde se discute lo que este sistema intenta esconder.

El Encuentro es color, alegría, lucha, fuerza. Es cuestionamiento al sistema capitalista y patriarcal. Es un espacio diverso, donde compartimos mujeres de todos los colores y tipos. Es esfuerzo previo para poder viajar. Es encuentro real con otras y con nosotras mismas.

Una de las plazas de la ciudad fue testigo y espacio de todo esto. Fue un lugar ocupado durante dos días. Ahí se desplegó una gran feria, radios abiertas, paneles de discusión, festivales, actividades culturales. Fue una ocupación integral, pública y colectiva.

Unidad y organización

Revolución, revolución

Unidad y organización!!

El Encuentro de Organizaciones (EO) es un espacio multisectorial conformado hace apenas dos años por organizaciones que apostamos a la unidad de las luchas, convencidxs de que es la única forma de poner todo patas para arriba.

Empezamos a fogonear de a poco la idea de ir todas juntas al encuentro. Las que habíamos participado antes tratábamos de contagiar a nuestras cumpas las ganas de encontrarnos con otras compañeras en este espacio de lucha.

Organizamos un pre-encuentro de mujeres del EO. Preparamos talleres, propusimos ejes de discusión y nos juntamos en el salón comunitario de una de las organizaciones barriales. Fue tan fuerte esa primera instancia de hablar desde ser mujeres y discutir las problemáticas específicas, que ahí no más inventamos estrategias de autogestión para financiar el viaje.

Llegamos a Tucumán, vivimos esa plaza, elegimos entre todos esos temas cuál queríamos discutir, reímos, marchamos ante miradas que nos condenaban, bailamos en la peña de cierre, avanzamos en esta lucha, levantamos los puños dando pelea. Gritamos bien fuerte para que escuchen todxs: ¡No hay socialismo sin feminismo!

A la Iglesia apostólica romana

Que pretende meterse en nuestras camas

Les decimos que se nos da la gana

De ser putas, travestis y lesbianas!

En cada Encuentro Nacional las mujeres exponemos y discutimos todo eso que se pretende silenciar. Muchas de las que participamos denunciamos la falta de anticonceptivos en hospitales públicos, la cantidad de mujeres muertas por abortos clandestinos, las desapariciones de mujeres y niñxs que integran las redes de trata, y la lista sigue.

Evidentemente, el hecho de que las mujeres levantemos estas banderas, afecta los intereses de la Iglesia Católica y otros grupos conservadores, que se opusieron en todo momento a la realización del Encuentro. Cada año se siente un clima antiencuentro de parte de estos sectores, pero en Tucumán se potenció y fue notoria la oposición de que alguno de estos temas integre la agenda.

La palabra “vida” fue utilizada repudiando a las que exigimos “ni una muerte más por aborto clandestino”. Sumado a esto, la ciudad estaba forrada de afiches con la cara de un niño rubio regordete con leyendas sobre el derecho a nacer.

Por otro lado grupos de católicos, previamente preparados, intentaron ingresar por la fuerza a las escuelas donde se realizaban talleres que trataban la temática del aborto. Además un grupo de compañeras fueron agredidas mientras dormían con bombas molotov, que no llegaron a prenderse, y a otras les tiraron gas pimienta en la marcha.

Está de más aclarar de qué lado estaba la policía. Previo al Encuentro fueron entrenados, preparando un operativo de más de 2.500 efectivos, la mayoría mujeres. Para esto se formaron mirando videos de encuentros anteriores, y en complicidad con la Iglesia. Además, en una de las tantas marchas previas al encuentro que realizaron estos sectores católicos ortodoxos, un patrullero policial era quien les llevaba el sonido.

Cada año existen sectores que intentan oponerse a la realización de los encuentros, o a ciertas discusiones, pero cada año el número de mujeres que participa crece. Cada año se multiplican las experiencias de las mujeres que participan en los encuentros, y que llegan a sus lugares y las transmiten a otras: eso también se produce en y desde los encuentros, y no puede controlarse ni coartarse. Como citamos una y otra vez: algo cambia en cada mujer que participa…

Cobertura de Anabela (Córdoba). Fotos de Prensa de Frente.